sábado, 7 de abril de 2012

La ORDEN del Señor

Nuevamente aquí… en mi espacio “virtual”… pero mi espacio al fin!

Por este entonces me encuentro buscando “mi lugar” en el sur de Argentina.

Jesús puso en mi corazón estas ganas de salir del lugar donde vivía, para encontrar calma y tranquilidad en un hermoso lugar de nuestro país.

Un año pasó, y debo decir que hubo un gran sacudón en mi vida.

Agradezco al Señor que pude pasarlo de Su mano. Que nunca me soltó y que me dio fuerzas para salir adelante.

En este nuevo camino que comienzo, pongo cada sueño e ilusión a sus pies, para que sea Él quien dirija mi vida.

Vos y yo sabemos que no es una tarea sencilla. Siempre somos víctimas de la ansiedad, de las preocupaciones. Pero si lo ejercitamos mucho, vamos aprendiendo a descansar en el Señor cada día más.


Orden del Señor a Josué

1 Después de la muerte de Moisés, siervo del Señor, Dios le dijo a Josué hijo de Nun, asistente de Moisés:2 «Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberán prepararse para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a ustedes los israelitas.3 Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen sus pies.4 Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al oeste.5 Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.

6 »Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados.7 Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la *ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito dondequiera que vayas.8 Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.9 Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.»


Veamos. Josué fue un siervo de Dios que lo siguió con todo su corazón (Números 32:11-13). Fue asistente de Moisés, y Dios le habló directamente dándole una promesa: “Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen sus pies”.

Así y todo, teniendo este privilegio tan grande, Dios LE ORDENA ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas.

No fue un consejo. Fue una ORDEN.

Qué significa esto??

El Señor sabe que está en nuestra naturaleza humana, tener miedo. Que también nos sentimos solos cuando pasamos momentos duros.

Es por eso que nos ordena QUE NO TENGAMOS MIEDO NI NOS DESANIMEMOS!

Lo que entiendo en mi humilde opinión, es que Dios nos pide que en esos momentos en los que tengamos ansias, preocupaciones, temor, o cuando creemos que estanos solos ante algún desafío o dificultad, que recordemos SU orden, y seamos obedientes siendo fuertes y valientes.

Ejercitándolo cada vez que tengamos oportunidad.

Esta palabra me la dio el Señor en este viaje. Y me sirve mucho recordarla cada día.

En cada ocasión que mi estómago cruje por alguna preocupación, pongo esta palabra en mi boca y en mi oído, como si me la estuviera repitiendo Él mismo cada día.

Te invito a que te apoderes vos también de esta orden, y experimentes cuánta paz trae a tu corazón.


Señor: Enséñanos a tener siempre en nuestra mente y en nuestro corazón tus palabras. Que sean siempre oportunas al momento que estemos viviendo. Ayúdanos a ser obedientes a cada enseñanza que nos impartís y que podamos dar testimonio del efecto que causó tu palabra en nuestras vidas.

lunes, 26 de abril de 2010

El Señor te cambia

Hace bastante que no escribo, es cierto. Fueron tiempos de cambios. Muchos cambios.
Y son estos cambios los que me motivaron a escribir hoy.

La tempestad apaciguada
(Mc 4.35-41; Lc 8.22-25)

23 Jesús subió a la barca, y sus discípulos le acompañaron. 24 De pronto se desató sobre el lago una tempestad tan fuerte que las olas cubrían la barca. Pero Jesús se había dormido. 25 Sus discípulos fueron a despertarle, diciendo:
–¡Señor, sálvanos! ¡Nos estamos hundiendo!
26 Él les contestó:
–¿Por qué tanto miedo? ¡Qué poca es vuestra fe!
Dicho esto se levantó, dio una orden al viento y al mar, y todo quedó completamente en calma. 27 Ellos, asombrados, se preguntaban:
–¿Quién es este, que hasta los vientos y el mar le obedecen?

En mi vida cristiana, podría decirse que tuve muchos momentos como el que los discípulos tuvieron en este pasaje. Ellos, que acompañaron a Jesús y vieron con sus propios ojos los milagros que hacía en la gente, sanación, liberación, multiplicación de panes. Tantas cosas! Y así y todo, una tormenta, y se asustan!

Y en el barco en el que viajaban iban nada menos que acompañados por Jesús. El Rey!

Siento que en nuestro camino de conversión, nos sucede un poco esto. Un día conocemos a Jesús y comenzamos a ver sus maravillas. A algunas personas privilegiadas, el Señor los bendice con un cambio inmediato e instantáneamente son personas llenas del Espíritu de Dios colmadas de fe y fortaleza espiritual.

Otras, entre las que me incluyo, nos toma algo de tiempo que el Señor trabaje en nuestras vidas.

Muchas veces en oración pedí al Señor una transformación. Pensaba justamente en esas transformaciones instantáneas. Sentía que para Dios no era tiempo de acudir a mi pedido porque no sucedía.

Luego una noche, terminando de charlar con Él, me di cuenta que siempre había oído. Que ya había cumplido mi petición, y que de hecho, continuaba haciéndolo.

Si los mismos discípulos, teniéndolo a Jesús en persona, tomo tiempo que fueran transformados, cómo podía pensar que no lo tomaría conmigo!

Cuando pedimos algo en oración al Señor, equivocadamente creemos que lo concederá de la manera en que nosotros creemos, o queremos que lo haga. Sucede que no alcanzamos Su sabiduría para saber tal cosa. Y sus pensamientos no son los nuestros.

Es por eso que aquello que pedimos, debemos confiar con plena fe, que ya nos lo está dando. Porque es así. Esa es Su promesa.

Lo que pasará es que simplemente nos daremos cuenta cuando quizás su obra esté terminando. Porque sus modos, sus maneras quizá pasen inadvertidas a nuestros ojos. Pero ahí están. Como Jesús en la barca de los discípulos, tranquilo. Sabiendo que antes de que ellos acudan a él, la tormenta cesaría.

No estemos asustados como ellos. Estemos en paz de que TODO está bajo su control. Y que cada una de nuestras peticiones nos es concedida para su Gloria.

Y lo mejor que debemos saber. Es que Jesús, sea a como de lugar, nos cambia.

Se lo pidamos o no, inmediata o lentamente, nos cambia.

Y eso es la mejor parte de ser Cristiano!



Señor, te pido que traigas paz a los corazones de tus hijos, que en este día claman a ti por ser transformados. Que sientan en su corazón que a pequeños o grandes pasos, tú ya los estás cambiando. Y que tengan confianza plena, como si estuvieran en esa barca en medio de la tormenta, que Jesús va siempre con nosotros para calmarla. Te doy gracias Señor porque pones el deseo en nuestro corazón de parecernos cada día más a Ti.

domingo, 7 de marzo de 2010

Sin dudas! .... Sin dudas??

“Todo lo puedo en Cristo, que me fortalece” Filipenses 4:13

Claramente Dios nos provee de una fortaleza que sobrepasa todo entendimiento. Cómo podríamos explicar que un ser humano, que por naturaleza es débil, pueda atravesar situaciones impensables. Muchas veces muy dolorosas, otras muy sacrificadas.

Al imaginarnos un momento trágico en la vida, por adelantado afirmamos que no seríamos capaces de superar o de tener la capacidad de pasar por él.
Sin embargo, no sólo somos testigos de lo que puede ocurrir en una vida, tanto por las noticias, como por internet. Sino también que quizás hoy mismo, vos podrías estar pasando un momento muy duro. Ese que creías alguna vez no ser capaz de pasar.

Es real que cuando nos acercamos a Jesús, o cuando nos empezamos a interesar en el poder de Dios, caemos en el error de pensar que por estar cerca de él seremos exentos de pasar malos momentos. Es usual, a todos nos pasa.

La realidad es que está muy lejos de ser cierto.

Cuál es el beneficio entonces de estar junto al Señor???

Justamente recibir de parte de Él, una fortaleza impensada. Fe, esperanza, confianza en que esta situación tan dolorosa, va a volverse a tu favor. Aunque no puedas ni imaginarte cómo podría pasar eso. Él logra darte esa seguridad.

“Todo el que oye mis palabras y hace caso a lo que digo es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía sus cimientos sobre la roca. Pero todo el que oye mis palabras y no hace caso a lo que digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos, y la casa se derrumbó. ¡Fue un completo desastre!” Mateo 7:24-27

Qué increíble! Y yo que pensaba que si construía sobre la roca, la lluvia no vendría!

Te paso?

Este es el punto. La lluvia vino, viene, y continuará viniendo. Donde tenés pensado construir tu casa?

Pondrás tu vida en la Roca Fuerte que es tu Dios Todopoderoso? O confiarás en tus propias fuerzas?

Y si ya elegiste a Dios, y estás pasando por un momento duro, a lo mejor alguna vez te encontraste afirmando que sin duda te pararías sobre la roca fiel que es tu padre. Sin duda!
Sin duda??
Es tan fácil imaginar una situación que aún no pasó!.. Pero cuando pasa, todo cambia
Anhelo en mi corazón que Dios entre en tu corazón de un modo especial para llenarte de fortaleza. Que puedas ser como el hombre prudente, y te mantengas SIEMPRE de la mano de Dios. Nunca va a soltarte!

Y que puedas darte cuenta, que no somos más que humanos débiles y no alcanzamos la sabiduría de Dios. Este momento que estás pasando, no te lo “manda” Dios.

Dejalo en sus manos para que pueda ayudarte, y permitile volver esta situación a tu favor. Aunque ahora parezca “Imposible”… NADA ES IMPOSIBLE PARA DIOS!

“Jesús los miró y les contestó: –Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él no hay nada imposible” Mc 10,27

miércoles, 24 de febrero de 2010

Las Burras

En el primer libro de Samuel, el capítulo 9 relata una historia acerca de un hombre llamado Saúl.


Resulta que a su padre, se le habían extraviado unas burras. Y éste le pidió a Saúl, que junto a un criado emprendieran viaje en su búsqueda.

No las encontraron. Sin embargo, decidieron en el camino consultar por su paradero a un profeta de Dios.

Lo maravilloso de esta historia es lo que sigue a continuación.

Un día antes de que Saúl encontrara al profeta Samuel, ya Dios había hablado con éste para avisarle que Él lo enviaría para que lo ungiera como gobernante de Su pueblo y los liberte de los filisteos.

Dos cosas me llaman muchísimo la atención.

Saúl emprendió camino por pedido de su padre. No porque él mismo lo haya querido.
Ese camino era en busca de unas burras, y no del profeta en busca de palabra de Dios.
Sin embargo, un día antes de que llegara al profeta, Dios le indica a Samuel, que es Él mismo quien envía a Saúl a su encuentro.

Cuantas veces hacemos cosas en nuestra vida, que al parecer, nada tienen que ver con la voluntad de Dios. Hasta parecen momentos insignificantes o poco relevantes.

Hasta en esos momentos, Dios tiene un propósito para tu vida!

Quizá te cueste creer que Dios te está esperando en cada lugar al que llegas. Como Saúl.

Al llegar donde Samuel, fue recibido con un banquete especialmente preparado para él. En 1 Samuel 9:24 dice “..-Ahí tienes lo que estaba reservado para ti. Come, pues antes de invitar a los otros, tu ración ya había sido apartada para esta ocasión...”

En todo lugar donde estemos, frente a todas las personas con las que nos topemos o conozcamos, Dios nos está esperando desde antes que supiéramos que llegaríamos a ir. Con un propósito.

El de Saúl era el de gobernar y libertar a un pueblo.

El tuyo, el mío, Dios quiere mostrarnos cuál es. Fluyamos en la corriente de su Espíritu y dejemos que actúe en nuestras vidas.

Si realmente entregamos cada paso que damos y cada cosa que hacemos al Señor, Él nos revelará cuál es Su propósito y puede hacer grandes cosas con nuestras vidas.

Desde que aprendí a vivir cada momento en la vida como un regalo de Dios. Ya sea para aprender, para mejorar, como para disciplinarme. Entendí que de cada momento, si lo entrego a su voluntad, siempre el Señor me muestra que aunque no lo esperaba, hay un propósito especial para mí.

Saúl no entendía, como siendo de la tribu más pequeña de Israel, y de la familia más insignificante (1 Samuel 9:21) el Señor le estaba diciendo a través del profeta Samuel: “En cuanto a las burras que se te perdieron hace tres días, ni te preocupes, que ya las encontraron. Y agregó: -Lo que Israel más desea ¿No tiene que ver contigo y con la familia de tu Padre?”. Samuel estaba preparando a Saúl para darle la noticia que sería gobernante de Israel, por voluntad de Dios.

Minutos antes de ese momento, Saúl no pensaba en otra cosa más que en las burras. No sólo eso, sino que además lo preocupaba que ahora su padre no sólo estaría preocupado por las burras, sino que también por él y el criado que no regresaban con o sin ellas.

Es decir. A veces llenamos nuestra mente de preocupaciones. “OH! Me quedaré sin empleo! Y si me quedo sin empleo cómo pararé todas mis cuentas! Y si no pago las cuentas qué pasará con los intereses! Y si pierdo todo?!”

Nos ahogamos en preocupaciones.
Sin embargo, antes de que empieces a preocuparte, Dios ya tenía la solución. Las burras ya las habían encontrado mientras tanto te preocupabas!
Ahora Dios quiere decirte cuál es su real voluntad para tu vida. Estás dispuesto a compartir el banquete que tiene para vos? Estás preparado para recibir su propósito para tu vida? Podrás dejar de pensar en las burras perdidas?

jueves, 28 de enero de 2010

Automáticos??


Una vida cotidiana es una vida rutinaria. Una vida casi automática
Generalmente cuando algo es automático comienza a alejarse y a perder un poco el valor de lo que es o era originalmente.

Un buen ejemplo es una torta

No es lo mismo esa torta que mamá con amor, desparrama la harina, le echa un huevo y con sus propios dedos la mezcla. Se ocupa durante gran parte de su tarde para que una vez salida del horno, ese olor humeante te llame directamente al estomago que cruje tentado por comérsela así. Aunque te quemes.

Que pasar por el super, agarrar una cajita, cortar el sobre, mezclar el polvo y una leche, al horno. Listo

Si son tortas. Dos tortas. Quizás las dos sean ricas. Pero el sabor especial de ese bizcochuelo que hizo mama, nunca, nunca, se va a parecer al de cajita.

A veces nosotros nos volvemos una torta "de cajita". A veces no podemos no ser mas que lo que esta cronometrado y automáticamente previsto.

Nos levantamos, nos lavamos los dientes, bañamos, vestimos, salimos al trabajo. Hacemos todos los días el mismo recorrido. En las mismas condiciones. De comodidad o de incomodidad.

Llegamos al trabajo, fichamos algunos, otros saludamos: "Buen DIA, que tal?". Todos bien. Siempre "todos bien". Y arrancamos nuestro día laboral. Que con mayor o menor presión, son más o menos, todos parecidos.

Luego, miramos los últimos diez minutos, de a uno a la vez. Faltan nueve. Faltan ocho, faltan siete.

Llega el minuto cero, y al fin. Somos libres.

Somos libres?

Es decir. Ese tiempo que empieza, en el minuto cero en el que uno teóricamente ya es libre de la rutina. Estas dejando que deje de ser una rutina? También?

Que bueno seria que en este tiempo, libre, realmente pudieras aprovecharlo al máximo. Y ocuparte de lo que realmente llena el alma.

De algo que construya para tu vida. Aquello que vaya a proporcionar un valor agregado a tu corazón, a tus emociones, tus sueños, o a tus proyectos.

Que bueno poder contar con un lugar en el cual cada día sea uno más de construcción para tu propia vida.

Donde aprender a sacar todo lo malo que hay dentro de tu corazón. Donde reemplazar eso malo con nuevos hábitos, nuevos desafíos, nuevas vivencias.

Cuanto mejor si además de encontrar nuestro propio beneficio, también logremos el de los demás.

Es en definitiva lo que hacia Jesús. O no?

El también tuvo su trabajo. Era Carpintero, todos lo sabemos. Y un día, no antes, no después, dijo es momento de emprender este camino. Y así fue.

A bendecir.

A bendecir a todos aquellos que estuvieron a su alrededor durante ese tiempo. Y con un efecto tan duradero, que hasta hoy seguimos recibiendo de su bendición

Que bueno que en ese tiempo libre, seamos realmente libres. Esa libertad que ganamos por Su gracia.

Y que podamos colmar nuestros corazones de Él. Aprender de Él

Y darnos cuenta que la vida es solo un momento . Como lo fue primer grado. Llegaste el primer día asustado diciendo "Por Dios! No quiero pasar por esto!"
Y fue un año tan largo! y no terminaba más. Y "Oy! que difícil! No puedo aprender la letra cursiva! y Señorita! Esta suma no me sale!!"

Y hoy, quizá ni te acuerdes.

Bueno, la vida un poco, viene a ser así. Parece larga, pero en realidad, en la eternidad en la que Dios nos va a sostener, es solo un grado. Que debemos cursar, en el que debemos aprender y aprobar ciertas lecciones.

Y así, como diploma poder ser recibidos en Su Gloria .

Bendición, Gloria, Eternidad.. Palabras que parecen "Sublimes", lejanas

Pero a medida que vas conociendo a Jesús, y a medida que te vas dando cuenta que Jesús pasó por la vida, al igual que vos, al igual que yo. Que le toco pasar hambre, que trabajó duro y era nada menos que el Hijo de Dios!. A ver, nos damos cuenta?
Era el HIJO, de Dios! Lo pudo haber evitado con un chasquido de dedos. Pero atravesó por la vida, como nosotros.
Y quizá se levantaba temprano. Calor en verano, frío en invierno, quien sabe y también como a vos y como a mí muchas veces le molestara..

Pero lejos de ser su vida, una torta de cajita.

Aprendamos.

Aprendamos que nuestro tiempo por la vida, es un tiempo muy valioso. Y muy corto.

Y aprendamos a darnos cuenta, qué es lo que realmente importa.

Tratemos de buscar en el Señor. Pidámosle ayuda a su Espíritu para que no guíe. Para descifrar cuáles son esas lecciones que tenemos que rendir. Y estudiemos duro, para aprobarlas. Pero para aprobarlas, con las mejores notas!

La recompensa, es Altísima!. No es una calificación numérica, sino toda una eternidad de Su Amor. Su Salvación!

Algo que no tiene, una magnitud comparable.

Yo no me lo quiero perder bajo ningún punto de vista. Y me encantaría que no te lo pierdas.

La vida cambia. Tu vida cambia. Cuando la haces junto a Jesús

Te lo vas a perder??

Gracias Señor por todo lo que has hecho conmigo. Porque siempre pones lecciones que aprobar y me mantienen en constante aprendizaje.
Gracias porque cuento con tu guía y un corazón dispuesto a darte de lo mejor de mí.
Que todo aquel que hoy sienta en su corazón ganas de brindarte de sí, de su tiempo, sea lleno de tu espíritu y lo colmes en bendiciones. Que cada lección lo anime a una más.

martes, 26 de enero de 2010

Nuevo día... nueva hora... nueva vida...


Cuán difícil fue llegar a este momento de conciencia. Y sé que aún queda mucho por recorrer.
Hoy es 26 de Enero de 2010. Tengo 28 años para este entonces, y unas cuantas cosas por escribir.

Empeceré por mencionar que me propongo firmemente no dejar de hacerlo.
Tengo muchísimos mas escritos sin terminar de los que quisiera. Y con mil excusas escondidas en ellos.

Mi nombre es Cecilia. Y mi vida intenta ser una, de esas que quedan registradas en las de los demás. Anhelo con todo el corazón que sea así, porque hayas conocido al Ser más Grandioso del Universo. Dios.

Quizás hay muchos libros escritos por expertos. Personas usadas por el Señor enormemente, que han encontrado en escribir, su propósito.

Probablemente, en sus palabras, muchos hayan encontrado una esperanza, un aprendizaje, a Dios mismo. Y es por eso, que hasta ahora, no me atrevía a escribir yo.

Lejos estoy de ser alguien con el conocimiento y la sabiduría para impartir palabras a otros. Pero si algo tenemos en común esos escritores y yo, es lo más importante de todo, Dios.
El Señor me lo ha pedido sabes?.. Y no puedo seguir negándolo... no a Él.

Pienso. Si Jesús hubiera contado con tantos medios de comunicación, seríamos más los Cristianos?.. Habría tanta gente lejos de Él?

O bien, reformulando la pregunta, si Jesús no tuvo medios como nosotros y aún después de 2000 años, continuamos repitiendo sus palabras y aprendiendo de ellas como si las hubiera dicho ayer mismo. Alguien se imagina lo qué podría haber provocado con mayores medios?
Es por eso que nosotros, nos convertimos en eso. Sus medios.

Sólo a través de nuestras vidas, que son de Él, puede llegar a quienes no lo conocen.
Solo nuestra boca, es la que le sirve para hacerle llegar su palabra a oídos de quienes las necesitan. Y solo a través de nuestros corazones y espíritus... es que el VIVE.

Es por eso que no puedo dejar de plasmar en estas letras, aquello que Dios esté queriendo dejar sentado. Puesto que me he entregado a Él, y mi vida, mis horas, y cada segundo de mí existir, es ahora dispuesto para su obra.

Anhelo en el corazón, que al finalizar esta lectura, hayas recibido su palabra, hayas sentido su voz, su mano. Su presencia es maravillosa, y cuando te presentas ante Él, serás colmado en bendiciones.


lunes, 25 de enero de 2010

2010

Comenzó un nuevo año. Es enero de 2010. Casi llega la medianoche, pronto será 25.
Qué bueno es empezar un año verdad? Da la sensación de una “nueva oportunidad”. Un nuevo “comienzo”.

Quizás te ha pasado que al llegar este momento, te propones cantidad de cosas para cumplir al terminar el año.
Luego llega el 31 de diciembre. Piensas en aquello que te propusiste?

Hace unos años comencé haciendo este tipo de hábito junto al Señor.

Llegado el festejo de fin de año, disponía mis metas ante Él, escribiéndolas en una carta, poniéndolo en oración para que sea su voluntad en armonía con el resto del mundo.

Luego, al terminar el siguiente año, leía aquello que había escrito el anterior, y daba gracias porque se habían cumplido en su mayoría.
Hoy me di cuenta de esto.

Que fue una buena manera de cuantificar la cantidad de bendiciones que había recibido.
Muchas veces el Señor nos plaga de regalos, pero al no llevar un registro de ello, muchas veces lo olvidamos. Es más, a veces no nos damos cuenta si quiera que respondió a nuestro pedido.
Hasta hemos olvidado lo que nos habíamos propuesto.

Te propongo que puedas tomarte unos momentos a solas para pensar sobre aquellas cosas que sientas o desees cumplir este nuevo año.

No importa que en tu vida, hoy no sea el principio del año calendario. Lo que sí importa es que sientas que a partir de hoy, es un “nuevo comienzo” en TU año.

Tomate el tiempo para charlar con tu Padre. Lee su palabra. El Salmo 23 puede llenarte de su amor.

Luego a solas, en ese lugar donde encuentres un espacio de intimidad, vuelca los deseos de tu corazón para que tu Padre pueda tomarlos. Entrégaselos.

Da gracias porque Él ya sabía de tu necesidad, antes de que la escribieras en ese papel. Y pídele que todo sea de acuerdo a su voluntad.

Ahora, descansa en Él. Guarda ese papel en algún lugar donde te acuerdes. Para que al terminar este año, puedas abrirlo, y releerlo.

Ora a Dios cada día para que tus metas y propósitos sean alcanzados.

Te espera una gran sorpresa!

Alguna vez sentiste ganas de expresarte? De compartir tus pensamientos y recolectar comentarios, opiniones, sobre el impacto de tus pensamientos en los demás?

Además de que por supuesto es parte de lo que siento hoy, anhelo que las palabras que broten en este "Verdad a Diario", depronto puedan afectarte, influirte, identificarte..

Quizás encontrar justo esa palabra que necesitabas oir. O en este caso, leer.

Muchas veces no encontramos el cómo representar sentimientos. O el qué hacer con ellos.

Yo lo encontré, cuando conocí a un Gran Amigo. El mejor!

Uno que me enseñó a sentirme amada, guiada. De su mano vinieron estas ganas de publicar en este espacio, mis reflexiones.

Jesús

El nombre sobre todo nombre, el principio y el fin, el mejor amigo que te ama y NUNCA de abandona ni defrauda. El Fiel Amigo

Espero que me acompañes en este comienzo, recibir de tus sugerencias, tus opiniones. Y sobre todo espero que Jesús a través de alguna de estas palabras, toque tu corazón y te muestre como está junto a los dos, todos los días. En las grandes y las pequeñas cosas.

Me acompañas??